Se trata de un elemento litúrgico de la indumentaria del cristianismo, una prenda de tela que se pone el sacerdote alrededor del cuello para las celebraciones litúrgicas. Es un ornamento sagrado de dos metros aproximadamente de largo y unos siete centímetros de ancho, con tres cruces, una en el medio y otra en cada extremo, que se ensanchan gradualmente en los bordes.
Procede del sudarium o mappa, un paño fino que utilizaban los patricios romanos para limpiarse el rostro o enrollárselo al cuello a modo de ancha corbata. En su origen se le conocía con el nombre de orarium, pero desde el siglo IX fue sustituyéndose por el de stola, del que procede su nombre actual. Obispos, sacerdotes y diáconos reciben este ornamento en su ordenación y lo llevan también fuera de sus funciones en el altar: administrando los sacramentos, recibiendo la Comunión, en los entierros, en procesiones y otras ceremonias o asambleas eclesiásticas.
La forma de portar la pieza fue cambiando, según las épocas y las categorías sacerdotales, pero desde el siglo XIV la norma general es llevarla colgando del cuello, cruzada por encima de la casulla y a juego con la dalmática.
La estola representa la soga que echaron al cuello del Señor cuando portaba la Cruz a cuestas. Es símbolo de la castidad y del látigo con que flagelaron a Jesús.
La Pieza del Mes de abril de 2023 es una estola de color morado bordada en hilo dorado con motivos florales. Lleva una cruz en el medio y las dos de los extremos con forma de triángulo. Tiene el reverso forrado en lino del mismo color de la prenda y el borde rematado con cinta dorada de pasamanería. Mide aproximadamente 220 centímetros de largo por 7 cm de ancho, salvo en sus extremos triangulares, donde pasa de los 14 cm de anchura. Fue donada a este Museo por don Juan José Gallego Palomero, a quien este Ayuntamiento expresa su agradecimiento.
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