Poco a poco, desde temprano, villanovenses y visitantes, ríos de personas fluyen hacia un único lugar, la plaza de España. El lugar en el que todos esperan emocionados el momento en el que Nuestra Señora de la Aurora asome por la conocida como “Puerta de San Pedro” de la parroquia de la Asunción para correr, emocionada, al encuentro con su hijo Jesús Resucitado que, desde su capilla de las Concepcionistas Franciscanas, va a el encuentro con su madre.
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