Por su parte, el párroco de la Santa Cruz, José María Barrantes, ha agradecido la sensibilidad del Ayuntamiento con la parroquia “que, aunque tiene poco tiempo, se trata de una parroquia con una arquitectura muy singular, que nació a raíz del Vaticano II; todos alrededor de la eucaristía. Tiene esa arquitectura y esa sensibilidad teológica”.
En definitiva, añade, es una rehabilitación necesaria, ya que hay filtraciones y por eso hay que modificar toda la uralita, sin olvidar el aspecto medioambiental también.
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