Por su parte, Fran Aragoneses, hermano mayor de la Cofradía, expresa que desde la misma se trabaja a lo largo del año en distintas acciones que tienen como eje la solidaridad y el compromiso con la sociedad. En este caso, añade, con especial atención a la infancia y la juventud “y el resultado de este rastrillo solidario, se puede ver en el mes de septiembre, cuando da comienzo el curso y con él las becas que suponen una ayuda a familias con menos recursos”.
Aragoneses subraya la colaboración que hay por parte de empresas y particulares para que este rastrillo sea posible. A lo largo del año, son muchas las personas que van aportando objetos para poderlos vender, al tiempo que se pueden hacer aportaciones económicas y otro tipo de ayudas, como es el caso del local donde se ubica el rastrillo, que cede Justo Pino.
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