Aunque esta iniciativa ha sido planteada en varias ocasiones en los últimos 60 años, aunque sin concreción alguna, esta nueva voluntad municipal ofrece pasos previos que hasta ahora no se habían dado. De hecho, ya se han elaborado informes previos sobre la sinergia resultante de dicha fusión y se han fijado plazos concretos de este procedimiento del que, según ambos municipios, ya se ha informado también al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y a sus dos antecesores en el cargo, José Antonio Monago y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, así como a los Grupos Parlamentarios de la Asamblea.

Tras la presentación del proyecto a la población, que se llevará a cabo previsiblemente esta semana, comenzará una campaña de comunicación a la ciudadanía sobre las líneas maestras y los objetivos, que concluirá con una consulta popular en el segundo trimestre de 2022.

Aunque no es vinculante, el resultado será tomado por ambos ayuntamientos como decisorio. Si hay mayoría suficiente, comenzaría el procedimiento administrativo regulado en la normativa de aplicación.

Las nuevas señas de identidad del nuevo municipio, como su topónimo, saldrían de un concurso de ideas, si bien ya se conoce que no saldría de una fusión de los dos actuales nombres. Asimismo, se pretende la construcción de un nuevo núcleo administrativo, es decir de una nueva casa consistorial.

A partir de ahí comenzaría la redacción del convenio de fusión, cuya aprobación inicial resultaría en el primer trimestre de 2023, y se desplegarían comisiones sectoriales que abordarían las estructurales de personal, actuaciones de naturaleza económico-presupuestaria, armonización de la política fiscal y la unificación de los planeamientos urbanísticos.

El proceso de fusión municipal y, por ende, la creación del nuevo municipio concluirá, si se cumplen los plazos previstos, en el primer trimestre de 2031.